viernes, 23 de marzo de 2012


Abismos del Sagrado Corazón de Jesús



  -    “El Sagrado Corazón de Jesús es un abismo de amor en que hemos de sepultar todo el amor propio que hay en nosotros, con sus malos productos, que son los respetos humanos y los deseos de darnos contento.
  -     Si nos hallamos en un caos de privaciones y desconsuelos, acojámonos a este Divino Corazón, que es nuestro abrigo, y en El perdámonos sin desear sentir dulzuras.
-       Si vivimos en un piélago de contrariedad y resistencia a la Voluntad de Dios, ahoguémosle en el piélago de sumisión y conformidad, resignándonos al agrado del Santísimo Corazón  de Nuestro Señor, y piérdanse en él todas nuestras rebeldías, por revestirnos de la dichosa conformidad en lo que de nosotros ordene.
-       Si vivís en un océano de sequedad e inercia, sumíos en el abismo del amable Corazón de Jesús.
-       Si vivís en un mar de pobreza y desnudez, id a abismaros en el amable Corazón de Jesús, que os enriquecerá.
-       Si vivís en un sumidero de miserias, id y metedlas en este Sagrado Corazón, que está rebosando misericordia.
-       Si vivís en un atolladero de soberbia y vana estimación de vosotros mismos, hundidla toda en el abismo de humildad del Sagrado Corazón.
-       Si os halláis en un profundo de ignorancia, ahondad en el Sagrado Corazón de Jesús, y allí aprenderéis a amarle y a hacer cuanto de vosotros desea.
-       Si estáis postrados en una confusión de infidelidades e inconstancias, sumergíos en el abismo de firmeza y estabilidad del Sagrado Corazón de Jesús.
-       Si descubrís en vosotros un océano de ingratitudes a los beneficios recibidos de Dios, sepultaos en el Divino Corazón, que es manantial de gratitud, y os enriquecerá si se lo suplicáis.
-       Si veis en vosotros un sin número de impaciencias y enojos, arrojadlos en la fragua de la mansedumbre del amable Corazón de Jesús, para que os haga mansos y humildes.
-       Si nadáis en un mar de distracciones, sumidlas en el fondo de tranquilidad del Sagrado Corazón, que os alcanzará indefectible victoria.
-       Si peleáis generosamente, podréis abismaros en El, como en piélago inmenso de pureza y consuelo, para purificar vuestras intenciones y consumir vuestras pretensiones y deseos.
-       Si moráis en una cárcel de tinieblas, os vestirá de su luz, y por ella dejaos guiar como unos ciegos.
-       Cuando os veáis encerrados en lobreguez de angustias, lanzadlas en al abismo de la Divina alegría de este Sagrado Corazón, donde hallaréis un tesoro que disipe  todas las tristezas y aflicciones de espíritu.
-       Cuando os halléis turbados e inquietos, acogeos a la paz de este Corazón adorable, y nadie os la podrá quitar.
-       Escondeos con frecuencia en la caridad de este amable Corazón, y no hagáis cosa, por insignificante que parezca, que pueda lastimar esta virtud, no haciendo a otros lo que no quisierais que con vosotros hiciesen.
-       Si navegáis entre las olas del temor, arrojaos en el mar de la confianza del Sagrado Corazón, y el temor quedará anegado por el amor.
(Santa Margarita María de Alacoque, 
Confidente del Sagrado Corazón de Jesús)

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